La lucha libre, es un negocio tan complejo como cualquier otro, tiene la misma intensidad para realizar las cosas, como de tener un buen momento y un mal momento, todo depende de los manejos de los luchadores, staff y hasta de terceras personas que estén inmiscuidas dentro de una promotora si nos vamos a una pequeño sector, pero al igual que otro deporte, más allá de ser muy generalizado, hay cuestiones que alteran el rumbo de su destino, tanto que las cosas que no tienen cabida dan un paso a un lado o simplemente se dan un cambio.
Para nadie es mentira que la materia prima de este deporte es el mismo luchador, aquel ser humano que se desvive y sufre con tal de realizar lo que ama o quieren depende de cada caso, el luchador es el único que le da vida a todo este mar de emociones, los demás, es el complemento que hace que la lucha libre sea el único deporte de elevar y disminuir las mismas emociones; si bien es cierto, los gladiadores están para ser comandados para realizar un buen espectáculo para la afición que se da cita y verlo arriba de un cuadriláteros desempeñándose al máximo, arriba de ellos los promotores o los dueños momentáneos del luchador al contratarlo deciden que es lo que quieren proyectar en un pequeño espacio llamado función o evento, el promotor es aquel que al contratar al luchador para su evento, de alguna forma le comenta al luchador que es lo que quiere presentar, el resto se encarga el atleta.
Vámonos puntualmente, las empresas que hoy comandan la escena luchística en sus manos tienen la responsabilidad de llevar una función digna del nombre de la compañía, que este a la altura, así también ver que es lo que quiere ver el espectador y dárselo, porque de una u otra forma todos ganan si la empresa o el luchador trabajan de la mano, pero ¿Qué pasa cuando el luchador ve que lo que puede dar debe ser recompensado? es algo muy común, pero se ha visto, los cambios y salidas de luchadores de una empresa aquellos que por alguna circunstancia deciden dar un paso a lo nuevo y diferente, dando de qué hablar gracias a su trabajo y el tiempo que estuvo dentro de la empresa.
Las salidas pueden tener detrás muchas cosas, pero solo el que carga el morral, le sabe su contenido, en algunos casos se da, que el estancamiento, las oportunidades o simple que ya no encajan en los planes a futuro, así les esta pasando a dos luchadores, uno, ya tomó la decisión, de aventurarse a algo nuevo y el otro que esta en una hilo muy delgado de seguir o dar las gracias después de 25 años en una compañía dándole toda una vida y respaldo a los nuevos proyectos e incluso con luchadores de su mismo gremio, el primero en mencionar tuvo la valentía de tomar la decisión, de ir a probarse con nuevos talentos, quizás no se sienta la diferencia puesto que Naucalpan no es que goce de un amplio roster para firmar a todos sus luchadores, pero también es sabido de que ha llamado la atención la formas en que han manejado las situaciones en cuanto a luchadores.
La tercera fuerza de la lucha, le ha dejado las puertas abiertas a quien hoy dio las gracias por los años que estuvo, pero también no olvidemos de los conflictos en los que se ha visto involucrado, por más firmas, exclusividades y reality que se hagan la cosa parece ser que mientras el tiempo que le sirvas, es el mismo tiempo que tienes para estar a gusto, libre, sin ataduras y realizar tu trabajo, de los contrario vemos lo que ha pasado con uno de sus luchadores que por años le dio buenas funciones e hizo que la gente volviera a la arena, luego de que por años escaló y escaló las luchas hasta ser un estelar en el Grupo Internacional, fui testigo de este proceso y que hoy la decisión lo haya hecho tomar sus maletas aventurándose al futuro, es una señal de lo que hoy vive la empresa, tanto que sus más de dos días de funciones pueden agotar a una afición que cada vez asista menos, al grado de que lo único que importe cuando pises la arena es la proyección que adquieras en tu estadía.
Lo que ha pasado con un hijo prodigo es digno de reconocer y hasta valido, el tomar tus maletas y buscar nuevos horizontes, y así en la lucha libre como en la vida, las cosas deben ser, cuando ya no veas que el barco va a ningún lado, es tiempo de buscar nuevas embarcaciones y entre la lucha hay palabras que se oyen, pero hay unas que valen la pena rescatar y hasta memorizar, “sal a buscar lo que mereces”… aplausos para la artesanía que buscará nuevos retos, creo que hay más que aprender de esto porque no solo en la lucha pasa este tipo de cosas, las situaciones cambian y desde la pandemia lo hicieron, nada es igual por mucho que presuman y digan, pero esos cambios hoy tienen a muchos al filo de tomar la decisión más importante, si continúan o no dentro de un ambiente el cual se sientan atados y estancados e incluso incomodos, no lo sentirán, no lo verán, pero al final del día se reflejará y es ahí cuando se preguntarán ¿Qué pasó que hizo que hoy no sean lo que fueron antes?
