Durante el transcurso de nuestras vidas y más en esta época muy difícil, tan difícil para muchos, una época que arrojó grandes pérdidas irreparables, pérdidas, que nos dolieron y duelen todavía, hemos aprendido a lidiar con el dolor, la angustia y sufrimiento. A lo largo de la vida siempre encontramos el camino para seguir adelante, a levantarnos si caemos, a limpiarnos si nos ensuciamos, a seguir adelante con cada obstáculo que la vida nos pone enfrente, así mismo la vida nos da una oportunidad mas de volver al curso si lo hemos extraviado, a regresar a la vereda si salimos de ella; este año más allá del regreso de muchas, miles de cosas, es un término de metas, término de cosas personales.
Este año, quizás no devolvió la vida para las personas que en su momento vieron el dolor de cerca, aquellas que con dolor decían adiós a sus seres más cercanos, a otros quizás sí, el de volver a la tan llamada normalidad, una normalidad que no tuvo nada de normal y si de cambio, y aunque hay quienes dicen que todo cambio sea bueno o mejor aún no hay cambio malo ni bueno; solo son expresiones, porque cambio es cambio por donde le mires. Ante esto, no podemos cambiar ni frenar el flujo del tiempo, porque de hacerlo se haría más daño del que ya de por si se hace con él. Se volvió a la actividad, en todos los sentidos, una actividad que hoy ya no podemos decir que lo es, porque hoy surgen más fuertes los daños si es que todavía hay algo por hacer, después de todo son cambios.
2021 se acaba, se termina y así con las mismas ganas que muchos esperaban la llegada, hoy se va, pero nos deja sorpresas, emociones que hace un año no las esperábamos; estamos viviendo los pocos días que faltan para un 2022, que espero sea más bueno que este, para seguir en el camino que encontramos o que nos colocamos y que la emociones sigan ocurriendo, aunque sea en otras latitudes. Este año nos dejó cosas buenas diría la canción de Tony Camargo, nos dejó que podemos llegar a lugares donde nunca hemos llegado, a estar un rato en los lugares que nunca imaginamos estar, nos permitió cumplir sueños y metas, unas metas que ante los riesgos de regresar una nueva ola infectividad no pisamos firme y de estar seguros de donde nos pusimos de pie.
“Insistir, resistir, persistir y nunca desistir” una frase que veo en muchos luchadores y empiezo a creer que en verdad eso es lo que no ha dejado estos doce meses, ha seguir adelante en lo que tú, yo, y todos hagamos, a continuar creyendo que lo lograremos, sea, donde siempre lo soñaste o quisiste; a veces no se da, en ocasiones no es así, y para eso también son estos días, para ver que también estas, que tan cómodo estas, si te hace falta algo, si deberías hacer otra cosa, el famoso crecimiento, porque a veces no eres tú sino los demás, que comienzas a verte que no navega a ninguna parte y por el simple hecho de no equivocarte no navegas solo, y más si estas “habido” de continuar y seguir fortaleciendo.
Perdona que hoy no te hable de lucha, que no redacte estas líneas, con lo último que pasa o con lo que está en boca de todos, es más perdona que no haya sido lo que esperabas este espacio, a lo mejor esperabas a alguien más, alguien conocido o incluso querías leer las líneas de los demás, pero soy uno de los sobrevivientes de este pequeño espacio de opinión, pero créeme cuando te digo que todos los intentaron y pocos lo lograron. Quizás para ti este nombre no diga nada, pero si fuiste al menos uno de los cuatro que me leyeron o dedicaron unos minutos a este espacio de incoherencias, te lo agradezco infinitivamente por a ver culminado en este día, todos escribieron y sus razones tuvieron para dejarlo, pero te soy sincero no sé cómo sigo aquí, quizás por cada soldado caído que intento darte una opinión semana a semana, fallando en la cruzada yo lo convertía en una meta para no dejar morir esta idea y cuando no quedo nadie lo volví una obligación.
El nombre, el rostro no te dice nada, porque quizás no sabes del pasado, pero si hay alguien que si me encuentre en él sabrá que he estado aquí, igual que ayer, luchando por un sueño desde niño, todos y cada uno los que tú conoces en este medio, se aventuraron a escribir y con decirte que este espacio tardo en salir aun cuando los demás ya tenían dos entregas, hoy llego a esta última, por eso te doy la gracias, no sé si en el próximo me veas aquí todo es relativo pero espero que para bien y sobre todo para mejorar me sorprenda al igual que a ti el 2022, porque todos merecemos hacer cosas nuevas y no hacer lo mismo, de lo contrario caeríamos en lo mismo de siempre y el año próximo debería ser diferente.
Te diría que el venidero, vendremos más recargados, más revolucionados, más concentrados pero no se predecir el futuro, porque esto no es de uno solo, no es de un grupo, no es de unos cuantos, esto es como comenzó toda esta idea… de todos, esta es nuestra casa y ustedes nuestra gente y espero que sigan ahí, como ayer, que sigan con nosotros para crecer y de llegar al punto más recóndito de esta faz y como diría José Alfredo Jiménez, “como les puedo pagar…” por este tiempo, porque para esto se hace toda la magia de la lucha libre, para llevarla a ustedes, a cada rincón y los que nos faltan, no por nada el nombre que tenemos y en él la misión la encontraremos; que el próximo año se cumplan todo lo que quieres, que sea mejor de lo que esperas; reinvéntate, reencuéntrate, fortalece tu pasado para que puedas abrazarte de tu futuro.
