Bajo las líneas, párrafos, y letras de la novela escrita de Gabriel García Márquez, es como tratare de apegar lo mas posible este pequeño espacio, sin el afán de llegar a ser absurdo, con un ligero rose en las referencias en alusión a lo que se ha dado en las últimas veinticuatro horas con el caso de Místico y Carístico. Como ya todo mundo sabe, el integrante de la familia Muñoz ha dado un importante giro a su personaje, así como a la lucha libre nacional, salir de la empresa que te diera una oportunidad de brillar en el mundo del deporte espectáculo, hoy deja todo en el pasado para unirse como independiente a lado de sus hermanos.
Así como en la obra del colombiano, con el personaje Santiago Nassar, a quien desde un comienzo relata en forma periodística su muerte antes de que esta suceda, así le fue pasando el tiempo a Místico (Muñoz) desde que recibió la oportunidad de encarnar el nombre, todo fue críticas, comentarios y demás opiniones entorno a que nunca seria el mismo que una vez el mundo conociera, que “¡jamás!” haría algo dentro de la lucha, en algunos se sentía el apoyo y el beneficio de la duda que se le otorgaba; pero ante la salida de su padre Bestia del Ring y sus hermanos Rush y Dragón Lee, se llegaron a acrecentar los rumores de una próxima salida del hasta hoy príncipe de plata y oro, en aquel entonces el toro blanco declaraba o dejaba ver que el futuro de su fraterno no estaba en la empresa, ante esto Místico solo declaraba que los hechos hablarían por él y que el estaba firme y contento con el CMLL.
Al igual que una parte del libro, “la muerte es tan anunciada que era inevitable” … era tanta la sombra que le aquejaba por la llegada de Carístico, primero con Lucha Libre Elite y luego con la seria y estable que nunca se le vio soltura, entereza y decisión para hacer crecer el personaje aun y cuando la misma empresa como ellos decían que no había broncas. Pero les digo algo (si tuvo un nivel de nerviosismo Místico cuando llegó Mistic 2.0) como lo sé, por alguien cercano a Liga ELITE quien presenció el encuentro en pasillos de oficina, el mismo Místico desde ya sabía que el personaje debía cuidarlo, quien diría que tiempo después no por un papel por debajo de la puerta, si no por una transmisión del noticiario del CMLL le daba la estocada final.
No fueron los gemelos Vicario, sino los manda más de la compañía quienes le regresaban el nombre a su antiguo dueño, una muerte que ni Santiago ni Místico se dieron por enterado (o quizás sí, el segundo, por eso se apegó con alguien que tuviera voz para no ser el lobo del cuento y ayudarlo con el acto). Como si encontrara a Cristo para que él(ellos) fueran los que dijeran que el fin del personaje estaba cerca, todo por una “dama” llamada “Místico”, por si te preguntabas si fueron cuchillos, déjame decirte que no, fue una nota, como un intercambio de incógnita y abandono de títulos de duplas que se consiguieron los que vislumbraban lo inminente.
Quizás en esta historia no hay un “Bayardo San Roman” (tal vez sí, si este proviene del extranjero o de otras latitudes bajo otros nombres) un extranjero que venga deshonrar a alguien, pero si personalidades que quieren ver por el bien del personaje y que este no muera, claro ante el IMPI a pesar de que los hermanos Vicario no van a la cárcel si cuidaron y argumentaron que la muerte de Santiago Nassar por salvaguardar el honor de su hermana. En esta novela la vida continua para Místico, mas no para Santiago Nassar, hoy el rumbo que tome el de la familia Muñoz será con una nueva historia, un nuevo camino, ahora como independiente. Al final de todo y una vez que nos caiga la noche sabremos quien necesitaba de quien, porque el personaje de Místico y sus variantes comienza perder fuerza en la lucha libre.