Mi primer recuerdo de la Arena México no es de lucha libre, sino de una tarde de domingo durante una función del circo Atayde Hermanos. Mi posición desde lo más alto de las gradas me hizo comprender sus colosales dimensiones, y el asombro me invadió al ver cómo un osado equilibrista cruzaba en la cuerda floja, desde donde yo estaba, hasta el otro extremo del recinto en una imagen que nunca borraré de la memoria.
Uno de los espectáculos que se presentó en la Arena México durante mucho tiempo fue el Holliday On Ice, pues el recinto tiene la capacidad de ser lo mismo una pista de hielo que un escenario de conciertos. Y fue observando a hombres y mujeres hacer figuras de ensueño sobre la placa congelada de la México donde Ricardo Olavarrieta se enamoró del patinaje, ¿quién es él?, nada menos que el primer mexicano en participar en unos Juegos Olímpicos de Invierno.
Las historias que se han gestado en la Arena México son interminables, hay quien recuerda ir de pequeño al espectáculo ecuestre de Antonio Aguilar, o las entonces jovencitas que aún vibran por la emoción de haber estado en el concierto que Luis Miguel dio un 30 de abril de 1984. Y qué decir del circo, de cuando guardaban y bañaban a los elefantes en el espacio donde hoy se hacen las conferencias y que, justo por lo anterior, se llama el Salón de los Elefantes.
¿Recuerdan a Pepe Pepe, el cerdito del Brazo de Plata que Pierroth secuestró?, pues muchos lo recuerdan ya crecidito corriendo por los pasillos de la Arena hasta que fue imposible mantenerlo ahí, dándole buen fin en una comilona.
Dicen que en la Arena México espantan, no lo sé, nunca pasé ninguna experiencia sobrenatural, pero sí recuerdo ver a un grupo de luchadores salir corriendo hacia el estacionamiento luego de asegurar que, mientras entrenaban en el ring central, las butacas de primera fila comenzaron a moverse sin razón alguna.
Muchas de las estrellas que hoy vemos en el cuadrilátero pasaron su infancia en los pasillos de la México, los hijos del Brazo de Oro, de El Fantasma, Perro Aguayo, Héctor Garza, Atlantis, Panterita del Ring, entre muchos otros, se la pasaban practicando torpes movimientos de lucha imitando a sus padres mientras éstos se alistaban para abandonar el lugar después de una función.
Pero la Arena México ha marcado la vida de muchos más allá de ser parte visible o no de los diferentes espectáculos, han existido taquilleros, acomodadores, vendedores, afanadores y tantos otros que de convivir función tras función se convierten en una familia, una familia muy grande que a lo largo del tiempo ha tenido bajas sensibles. Durante la parte más intensa de la pandemia la duda era quienes regresarían, muchos no lo consiguieron.
Pero como en cualquier lugar, los espacios que alguien deja los ocupan otros, en una interminable cadena que hace tener vida a la Arena México.
Si la imagen del circo me cautivó, ver su cuadrilátero me enamoró. Aún recuerdo como poco a poco, con forme me acercaba al brandal de las gradas, el ring sagrado se iba asomando, nunca pensé que con los años podría estar sobre él y que pasaría más tiempo en la Arena México que en mi propia casa.
Son 66 años de historia de una Arena México que nos ha marcado a todos los que la hemos vivido, y que simplemente esperamos se mantenga en pie para la eternidad. Hoy, el Consejo Mundial le hará su fiesta en una cita que nadie se puede perder.
PASIÓN INFANTIL
Y fue justo el ring de la Arena México un objeto de deseo desde que lo vi, su esplendorosa lona azul bajo las luces multicolor dio inicio en mi a una afición que después se convertiría en una pasión, reproducirlo en un juguete.
Así nacieron los ReduRings, primero como juguetes propios y después, hace cinco años justamente, como negocio, por eso agradezco a todas las personas que me apoyaron para que esto tomara forma y valor, a los que se han convertido en clientes y, sobre todo, a los que de boca en boca me ayudan a que este proyecto crezca.
Muchas veces no vemos las posibilidades o talentos que tenemos a nuestro alcance, y hace falta que alguien te abra los ojos y nos de esa palmadita de confianza para arrancar un proyecto, por eso siempre estaré agradecido con la persona que hizo eso conmigo y gracias a él son conocidos los ReduRings. Por eso espero que esta noche, en el festejo del 66 aniversario de la Arena México, se lleve a casa el Campeonato Universal.
